¡Qué feliz me siento de volver aquí! Ya las vacaciones terminaron, y tienen a esta bruja de vuelta permanentemente. Me he tomado unos meses de descanso, dedicándome completamente a mí y mis procesos. He hecho amistades invaluables, personas maravillosas que han llegado a mi vida a transformarla de maneras que nunca creí posibles. He pasado tiempo conmigo como nunca lo había hecho, y he estado trabajando fuerte en mi autoestima, autoimagen, y amor propio. Fueron meses que, dentro de todo, me han regalado la oportunidad de forjar algo nuevo en mi vida, y no podría estar más agradecido por todo esto.
Pero, en fin. Basta de charla. Vamos a lo que venimos.
Como pueden ver en el título, hoy escribiré sobre Samhain, el último sabbath en el calendario pagano y, para muchas brujas, nuestra fiesta más importante. Comúnmente, Samhain es conocido como Halloween, mas no son lo mismo jamás y nunca. Estaré explicando el origen de Samhain, cómo se celebra, qué implica esta festividad, qué en realidad es Halloween, y lo que significa Samhain para mí.
Así que, sin más preámbulos, comencemos.
En la Rueda del Año Pagano, hay ocho sabbaths, y entre ellos, contamos con tres fiestas de la cosecha. Samhain sería la última de estas fiestas. Samhain se considera por muchos como el sabbath más importante, ya que el velo entre los mundos terrenales y espirituales prácticamente desaparece; las almas caminan entre nosotros libremente, y espíritus también. Se celebra el fin de año, y reflexionamos sobre lo vivido y aprendido. Honramos a nuestros difuntos, ayudamos a las almas en su camino durante este mágico día, dejamos atrás todo lo que no nos sirva y no queremos llevar con nosotros al próximo año, y honramos los ciclos de la naturaleza que se ven reflejados este día. Aparte de esto, Samhain se encuentra entre los cuatro sabbaths mayores, por la alta energía solar durante este día.
Cabe mencionar que la palabra Samhain se pronuncia como "sowin", así que no los quiero escuchar diciendo "samjein". Gracias.
En Samhain nos despedimos del Dios. Dentro de sus ciclos, celebramos que el Dios pasa a su siguiente etapa, donde muere y regresa al vientre de la madre Diosa, para luego nacer nuevamente en Yule. La tierra siente la muerte temporal del Dios: el sol comienza a perder más y más fuerza, la tierra se vuelve mayormente infértil, el frío nos arropa, y los días se van volviendo cada vez más cortos. Unidos a los misterios del Dios y la Diosa, reflexionamos también sobre el misterio de la muerte, proceso inevitable para todos nosotros, más recordamos la magia de la reencarnación. Así como el Dios vuelve a la vida, nosotros no hemos llegado al fin; volveremos, en otros cuerpos, con otras experiencias, y nuevas lecciones por aprender.
Históricamente hablando, las raíces de Samhain se remontan a los antiguos celtas. Las hogueras en los hogares se encendían y se mantenían así hasta que toda la madera en ellas se consumiera y, mientras esto pasaba, recogían la última cosecha. Se preparaban fuertemente para los meses venideros, ya que no tendrían comida de la tierra durante esta época de oscuridad. Luego de terminar el recogido de la cosecha, los celebrantes se unían a los sacerdotes druidas, y encendían un fuego en la comunidad utilizando una rueda que pudiera causar fricción y generar llamas. Dicha rueda representaba el sol y se utilizaba en conjunto con varias oraciones.
Algunos animales del ganado eran sacrificados para comerse, y se llevaba la llama a cada hoguera de las casas, celebrando así el nuevo año que estaba comenzando. Esta fiesta de Samhain duraba tres días y tres noches, y quien no participara se creía que tendría un castigo de los dioses. Dentro de las festividades, los celtas dejaban ofrendas para las almas que pasaban por sus casas. Estas ofrendas eran expuestas frente a las casas y fuera de las aldeas, y eran tanto para las almas como para las otras criaturas que viajaban ese día, como las hadas y monstruos de la oscuridad.
Algunos celtas se vestían de animales y monstruos, para confundir a las hadas y que estas no se los llevaran. Con el paso de los siglos, se incorporaron las calabazas con velas/linternas dentro, llamadas en inglés "jack-o-lanterns". No escribiré sobre el mito de esta calabaza en este post, ya que incluye la figura del diablo y quiero distanciar a Samhain de él. Pero sí les puedo decir que las personas dejaban estas calabazas fuera de las casas para ahuyentar a los espíritus.
Aparte, tenían la tradición de compartir una cena donde la comida era ingerida sólo luego de invitar a las almas de los difuntos a la mesa. Así las familias comían y compartían junto a sus seres queridos fallecidos. Los niños jugaban con las almas, mientras los adultos hablaban con los muertos y los ponían al tanto de todo lo que había estado pasando en el mundo de los vivos. Se dejaban abiertas las puertas y ventanas durante la noche, para que los muertos entraran a las casas y compartieran con sus familias.
Con la invasión forzada del catolicismo, el Papa Gregorio consumió a Samhain como una fiesta cristiana llamada la Víspera de todos los Santos, la cual se celebra en noviembre 1. En inglés, este día es llamado "All Hallows Eve", que luego se concretiza en la palabra que conocemos como Halloween. Así que Halloween es técnicamente una fiesta católica; las ironías de la vida nunca dejan de sorprenderme. Es por esta razón que las brujas realmente no celebramos tal cosa como Halloween. Es una fiesta donde todos se disfrazan y piden dulces, y es muy divertido, pero, aunque festejamos igual, no es esa realmente la fiesta que nos importa.
Como pueden ver, Samhain no tiene nada que ver con la figura de Satán. Satán es un arquetipo cristiano, nacido del catolicismo, pero no tiene nada que ver con Samhain. No se hacían sacrificios al diablo, no se le adoraba, ni ninguna de esas tonterías propagandistas.
Ahora, vayamos a las correspondencias de Samhain.
Diosas: Morrigan, Freya, Hel, Perséfone, Hécate, Cerridwen, Deméter, Durga, Inanna, Ishtar, Kali, Rhiannon.
Dioses: Anubis, Yama, Hades, Apollo, Hermes, Odín, Loki, Dagda, Arawn, Cernunnos, Osiris, Herne.
Cristales: amatista, obsidiana, turmalina, rubí, malaquita, ámbar.
Comida: calabaza, manzana, sopa, maíz, pera, tarta.
Animales: murciélagos, gatos, búhos, cuervos, perros, zorros, arañas.
Inciensos: canela, romero, salvia, sándalo, pachulí.
Plantas: girasoles, artemisa, clavos, caléndula, nuez moscada, belladona, crisantemos.
Símbolos: velas negras, calderos, calabazas, hojas de otoño, calaveras, fantasmas, la luna.
Colores: negro, violeta, anaranjado, verde, plata.
Hechizos: adivinación, destierros, claridad, vidas pasadas, protección, contacto con el más allá, cortar con malos hábitos, dejar atrás lo que ya no nos sirve.
Simbología: última cosecha, ancestros, nuevos comienzos, muerte.
Actividades que puedes realizar: camina en la naturaleza; levanta un altar para tus familiares y seres queridos que ya murieron; recrea recetas familiares; haz adivinación con tus herramientas; crea un "jack-o-lantern"; ten una cena con tus ancestros; crea una hoguera; visita y camina por el cementerio; pon ofrendas en tu altar; hornea pasteles; decora tu casa con símbolos de Samhain.
Actividades más tranquilas: lee las cartas; reflexiona sobre el año que ya pasó; incorpora la foto de un ser querido ya fallecido en tu altar, y honra su paso por esta vida; medita; escribe sobre cómo has cambiado en este año, qué lecciones te llevas, y qué piensas forjar ahora; enciende velas en honor a tus muertos.
Las actividades que yo estaré haciendo: redactar en un papel las cosas (y personas) que ya no quiero en mi vida, y quemarlo; decorar mi altar; meditar; honrar a mis amados fallecidos; ver y leer historias de horror; encender velas anaranjadas para celebrar este día e iluminar la noche de muertos; liberarme de todo lo que me limita a través de rituales.
En conclusión, Samhain se está acercando, y el velo se siente cada vez más fino. Las energías de la tierra están cambiando, y cada día nos acercamos más a tener nuestros ancestros a nuestro lado. Este día es muy importante para mí, ya que es el comienzo de un nuevo año, y el día donde dejo todo lo que no me sirva en el pasado para nunca más volver. Hay mucho en este año que debo soltar. Es increíble todo lo que puede suceder en unos meses.
Amistades que pensé estarían ahí para siempre se fueron de un día a otro sin explicaciones, y otras tantas revelaron sus verdaderas caras; espero que les vaya bien, pero lejos de mí. Dejé ir a alguien que todavía amaba, probándome que soy más valiente de lo que pensaba. Me dieron de alta de mi psicóloga, y mi salud mental va mejorando. He tenido experiencias de sanación y crecimiento personal que me han llevado a niveles que ni soñaba que podía alcanzar.
Samhain para mí es el duelo. Es el luto por lo que fuimos, y por quienes se fueron. Es un lamento de todo lo que permitimos en nuestras que terminó hiriéndonos, y cómo amamos tanto a quien nunca nos amó de vuelta. Es el adiós a la persona que fuimos; aunque es necesario, despedirnos de nuestras viejas versiones puede doler, y está bien. Sin embargo, sobre todas las cosas, Samhain para mí es la promesa de un nuevo y mejor comienzo.
Para terminar, Samhain es un día hermoso, con una simbología muy hermosa e importante; tristemente, muchas personas se han encargado de demonizarlo y hacerlo ver con una luz muy negativa. Lean, instrúyanse, ya que no todo lo diferente es satánico. Por último, si ven niños disfrazándose y/o pidiendo dulces este 31 de octubre, ahórrenles los sermones moralistas, que nadie se los pidió. Se dice vive y deja vivir.
P.S. AMO ESTAR DE VUELTA.