Sunday, December 19, 2021

Celebrando Yule, mi sabbat favorito de todos


Escribí no hace tanto un post sobre Samhain, la última cosecha en el calendario pagano. Hoy quisiera hablar sobre Yule, nuestro último sabbat, y por qué es mi favorito de los ocho. 


Yule, como ya mencioné, es el octavo y último sabbat en el calendario pagano, aunque técnicamente se podría considerar el primero, ya que el calendario termina en Samhain. Yule se celebra para el 20 y 21 de diciembre, cerca de lo que muchos conocemos como Navidad. También es conocido como Yuletide, y es el solsticio de invierno. Es en sí una celebración de lo que es la hoguera, el hogar, la familia y los amigos, un espacio para estar juntos y reflexionar sobre lo sucedido en el año. Mirando hacia la puerta del norte, la puerta del invierno y la ancianidad sabia, tomamos un tiempo para descansar, recuperar fuerzas y prepararnos para el año que se avecina. 

En Wicca, se celebra que la Diosa da a luz al Dios nuevamente, trayendo consigo el nacimiento del mismo sol. Es el tiempo de mayor oscuridad en la tierra, y es también el día más corto. Durante dicho día, se encienden fogatas o velas para celebrar el retorno del sol. La Diosa descansa luego de su labor de parto, y con este ciclo, se nos recuerda que, con la muerte, llega el renacer. 



Desde un punto de vista histórico, recordemos un poco lo que acabo de mencionar del nacimiento del sol. En tiempos de la antigua Roma, para el siglo 3, se celebraba el nacimiento de Jesús cerca de la primavera. Sin embargo, la iglesia tenía problemas con el sector pagano del imperio, y esta fiesta del nacimiento de Jesús no era muy popular que digamos, y carecía de veracidad e importancia. Así que decidieron mover la celebración del nacimiento de Jesús para el 25 de diciembre, cerca del solsticio de invierno, ya que ambas tenían una connotación similar: el nacimiento del sol, en inglés "the birth of the sun" o "birth of the son" ("sun" es sol, "son" es hijo). De esta manera podrían suplantar la fiesta pagana, hacer su fiesta más popular, y opacar aún más el paganismo. 


Recuerden, no hay ningún pasaje bíblico que indique el nacimiento de Jesús en el 25 de diciembre. Así que, antes de que vengan a mí con antorchas, entiendan que el origen de lo que hoy conocemos como Navidad es puramente pagano, lo cual es bastante irónico en mi opinión. En la fecha que los romanos escogieron para la fiesta, se celebraban las fiestas Saturnales, donde se intercambiaban regalos, dejando de lado guerras, comercios y conflictos. 


Mirando entonces hacia las costumbres nórdicas, podríamos asociar a la popular figura de Santa Claus con el dios Odín. Se decía que, para el solsticio de invierno, Odín volaba por los cielos montando su caballo, alejando a los malos espíritus. Si los niños habían sido buenos y habían dejado heno y azúcar para el caballo, Odín les dejaba un regalo. 


También encontramos la tradición del tronco de Yule, en inglés conocido como el "Yule log". Se encendía un tronco enorme dejado del año anterior, y se dejaba encendido por 12 horas durante toda la noche. Se pensaba que, de esta manera, podían ahuyentar a los malos espíritus. Al día siguiente, tomaban las cenizas del tronco para esparcirlas en los campos, potenciando la fertilidad de la tierra. 



Veamos ahora las correspondencias de Yule: 

Diosas: Morrigan, Isis, Deméter, Selene, Artemisa, Astarte, Juno, Diana, Afrodita, Fortuna, Brigid, Bona Dea, Hel, Ishtar, Sol, Sunna, Beira, Frau Holle, Freya, Gea, Strenua. 

Dioses: Apolo, Ra, Osiris, Odín, Horus, Lugh, Attis, Baco, Thor, Frey, Dionisio, Balar, Balder, Helios, Hodr, el Hombre Verde, Saturno. 

Colores: rojo, verde, blanco, dorado y plata. 

Cristales: cuarzo claro, diamante, esmeralda, rubí, citrina, granate. 

Comida: pavo, pan, sopa, pastel de frutas, nueces, cerveza, cidra, galletas, manzanas, chinas, ponche. 

Animales: venado, búfalo, paloma, lobo, ardilla, oso, águila, búho, petirrojo. 

Inciensos: romero, franquincienso, menta, pino, mirra, canela, cedro, clavo. 

Símbolos: tronco de Yule, árbol de Yule, velas, muérdago, copos de nieve, guirnalda, sol, conos de pino, estrellas, velas. 

Hechizos para hacer: felicidad, prosperidad, esperanza, sanación, paz, nuevos comienzos, reflexiones, amor, limpiezas. 

Simbología: la esperanza luego de la oscuridad, el renacer del sol, amigos y familia. 

Actividades: decora el árbol de Yule; hornea galletas y bizcochos; crea y quema un tronco de Yule; dona a la caridad; haz una fiesta de Yule con amistades y familiares; decora el altar con motivos de Yule; haz ornamentos; toma una caminata de invierno en la naturaleza; cuenta historias alrededor del fuego. 

Actividades para personas con poca energía, poco tiempo, o luchando con trastornos mentales (como éste su servidor): enciende velas rojas y blancas; mira películas clásicas de la época que te hagan sentir bien; bebe chocolate caliente, o en el caso de Puerto Rico, pitorro; haz un regalo a un amigo; quema incienso de canela o pino; escribe en tu diario una carta de gratitud; come algunos dulces asociados con la época; haz una limpieza espiritual con una ducha o baño; visita y festeja con tus seres queridos; regala algo a la bruja que está escribiendo esto porque la semana que viene cumple 27 😉

En mi caso, las actividades que planifico hacer son: crear bolsitas con especias para el árbol y para la casa; pintar un tronco de Yule; quemar incienso de canela; adivinación a través de mis cartas; cantar villancicos paganos; decorar mi altar con pino, símbolos del sol, velas y nueces. 



Ahora, en cuestiones más personales, quisiera hablar un poco sobre por qué me gusta tanto este sabbat. Primero vamos a lo más básico: Yule es en invierno, y el invierno es mi estación y época favorita. Amo el frío, y aunque no soy cristiano, disfruto mucho de la Navidad: las luces, las decoraciones, la música, y el ambiente en general tan cálido que provee. 


Segundo, para estas fechas, mi depresión se pone un poco más difícil de sobrellevar. Sin embargo, Wicca me ha ayudado mucho con mi salud mental, y Yule es el perfecto recordatorio que estaré bien, que al igual que la naturaleza tengo mis ciclos, y que lo que estoy sintiendo no es definitivo ni permanente. Así que la idea de celebrar Yule el próximo martes me emociona muchísimo, y me puede ayudar a combatir mi apatía por todo. 


Tercero, Yule cae bien cerca de mi cumpleaños, que es el 24. No me entusiasma mucho que digamos el cumplir 27, pero sí estoy muy agradecido de haber llegado aquí con salud, un trabajo y gente que me quiere. Así que esta semana será de celebración pura. 


Cuarto, con Yule se cumple un año exacto de recordar mi magia, y unirme a Wicca. Este martes ya se vuelve un año de mi despertar espiritual, de recordar quien soy y la magia que llevo en mi interior, y de volver a ver el mundo con otros ojos. Es mi primer año volviendo a quien de verdad soy, y el primer año en que realmente celebraré Yule como se debe. 


Esta semana será de celebrar tanto. Mi caminar mágico en este mundo, el reencontrarme con el universo, la culminación de un año de trabajo en mí mismo, el hecho de tener familiares a mi lado que me aman, amistades que son todo para mí, mi chico a quien quiero cada día más, y el haber llegado hasta aquí con salud y bienestar. No tengo palabras para expresar toda la gratitud que siento. 


Espero que este sabbat que está a punto de llegar, nos traiga mucha unión, paz, y momentos necesarios de descanso y reflexión. Les envío un abrazo. 

P.S. El 24 cae viernes. Cualquier cosa, mi ATH Móvil está abierta a su generosidad; la vida se los multiplicará en bendiciones. 



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