El viernes, alguien de mi trabajo me preguntó, "¿Cómo estuvo tu verano?" A lo que yo respondí, "Fue el mejor verano de toda mi vida". No viajé, no frecuenté la playa, ni fui a conciertos, y tampoco conocí nuevos amores. Hice algo mucho mejor: me encontré conmigo mismo de la forma más hermosa posible. Les explico.
Durante estos meses, me di la oportunidad de participar en una maravillosa jornada de vida. Llegué sin muchas expectativas, y solo con el conocimiento de que la persona que me enroló, me ama con todo su corazón. Con miedo a lo desconocido, llegué al lugar donde comenzaría a vivir realmente, dejando por fin de sobrevivir. De muchas maneras, morí durante esos días, y renací de una forma hermosa y poderosa. Ha sido, sin lugar a dudas, la mejor experiencia de mi vida.
Oye que la depresión ya es mucho más manejable 😘 |
En esta jornada, logré aprender muchísimas cosas, y crecer en tantas otras áreas. Fue una jornada de perdonar, sanar, dejar ir, y pararme de forma responsable ante mi vida. Dejar de ser la víctima, y volverme el dueño absoluto de mi destino. Aprender a amarme completamente, y ser yo mismo sin pedir disculpas ni dar explicaciones. Soltar mecanismos de defensa ya obsoletos, dejar mis métodos de supervivencia atrás, y tomar los pasos para realmente vivir.
En lo que va de año, me ha tocado dejar ir personas con las que ya no podía seguir. Amistades se fueron de mi vida, por razones que no entenderé, pero suelto, fluyo y confío en que todo pasa por un motivo. Dejé ir a una persona que realmente amé, pero ya el vínculo me estaba lastimando cada día más. Por bastante tiempo, me quedé callado ante situaciones que me dolían y me hacían sentirme menos. Todo eso llegó a su fin este verano.
Pude entender lo que constantemente me han dicho, que siempre viene algo mejor. Antes pensaba que se trata de una persona nueva, un amor distinto, mas no necesariamente es así. Perdí amistades, mas conocí personas en extremo maravillosas que hoy llamo orgullosamente familia. Personas se fueron de mi vida sin aviso, y de repente llegaron seres de luz que me aman por quien soy, y me apoyan con sus mensajes y su amor a diario. Se terminó mi relación con la persona que pensé era el "amor de mi vida", y pude este verano comprender que el amor de mi vida se llama Emanuelle, y que el amor es demasiado grande como para encajonarlo en un solo tipo de relación.
Cuando sentí que me faltaba el amor, lo recibí este verano con creces. Nunca había conocido el amor de una forma tan pura e intensa como ahora. Es un amor que, no solo me hace sentir seguro y protegido, sino celebrado y apreciado como nunca. Siento que al fin soy visto, que dejé de ser invisible; todo ese amor que recibí me ayudó a descubrir el mío propio, y a dejar de verme a mí mismo como un ser invisible. Al final del día, no fue tanto que alguien pudiese verme, es que aprendí a verme a mí mismo.
Siempre, pero siempre, viene algo mejor. Mayor estabilidad, paz mental, salud, oportunidades, amistades buenas, nuevas perspectivas, progreso, sanación... Las posibilidades son casi infinitas.
En mi momento más oscuro, encontré nuevamente la luz. La encontré en personas que, como yo, comenzaron a vivir. La encontré en las sonrisas y en el apoyo de ese staff maravilloso que trabajó a nuestro lado. La encontré cuando decidí amarme sin límites, y cuando comencé a permitirme ser amado también. La encontré cuando dejé a Ema a un lado, y fui completamante Emanuelle. Encontré la luz en mí, y en la sonrisa que pensé se había esfumado para siempre.
¿Qué aprendí este verano como tal? ¿Qué logré realizar?
❤ Perdoné a mis padres biológicos por todo. Me di cuenta de todo el rencor que estuve guardando, y me di la oportunidad de soltar. Porque yo merezco vivir en paz, y merezco dejar el pasado atrás para seguir adelante.
❤ Logré mejorar la relación con mi mamá, de una forma muy hermosa. Me tocó entender que ella hizo lo mejor que pudo con las herramientas que tenía, en especial considerando la pérdida que tuvo. Tal vez no me dio el amor que yo quería, pero sí el que yo necesitaba. Fue el perdonarla por no amarme como deseaba, y perdonarme a mí mismo por estar buscando ese amor donde debí buscarlo.
❤ Aprendí que soy más grande que mis circunstancias, y que si de alguien depende, depende de mí. Que debo confiar y fluir más, y dejar ir la necesidad de querer controlarlo todo. Aprendí que, si no puedo controlar lo que pasa a mi alrededor, sí puedo manejar quién voy a ser yo dentro de todo eso.
❤ Pude comprender que el pasado es para aprender de él, no para vivir en él. Que yo no soy lo que me pasó, ni lo que me hicieron; yo soy quien yo escojo ser. Aprendí que el rol de víctima no me hace bien, ni a nadie a mi alrededor. El lamentarme constantemente, sin tomar acción y perspectiva responsable, no logrará absolutamente nada.
❤ Comencé a sanar y a realmente dejar ir a mi ex pareja. Fue el entender que ese amor simplemente le toca transformarse ahora, y pasar a la siguiente etapa. Dejarlo ir, a pesar de todo, fue el regalo de amor propio más grande que pude hacerme. Y sin importar qué, no me arrepiento de haberlo escogido en su momento, ya que por algo llegó a mi vida. A veces el amor está en dos personas que se dejan ir, ya que entienden que juntos no pueden estar.
❤ Acepté más mi cuerpo, y comencé a celebrar su belleza. El hecho de que alguien más no lo pueda ver, no significa que esa belleza no se encuentre. Aprendí que mi cuerpo es perfecto; es mi hogar, mi templo más sagrado, y solo debo tener para él palabras amables.
❤ Conocí a mi oscuridad, en todo su esplendor y maravilla. Entendí que mi lado oscuro también es parte de mí, y no lo puedo descartar. Lo abrazo, lo perdono, lo amo, mas no permito que tome el control. ¿Recuerdan lo que decía antes de que cada bruja debe hacer "shadow work"? Bueno, pues lo hice, y duele bastante. Pero es parte del proceso, y del crecimiento también.
❤ Ya no acepto migajas de cariño, ni malos tratos. El amor propio incluye respetarse a uno mismo al nivel de no aceptarle estupideces a nadie. A la gente hay que dejarla hacer lo que le dé la gana, pero no con nosotros. Mis límites están mucho más firmes que antes, y no pienso volver a mendigar amor, respeto, y mucho menos amistad.
❤ Es la primera vez en mi vida que puedo decir que me amo, sin dudarlo ni por un instante. Me siento vivo, libre, completamente capaz de alcanzar la luna con mis manos si así lo deseo. Encontré lo que por tanto tiempo busqué, pensando que estaría en alguien o algo más; descubrí que yo soy lo que siempre esperé.
❤ Mi salud mental ha mejorado de una forma increíble, y mi psicóloga me dio de alta, un logro personal que continúo celebrando. Puedo manejar mejor mis emociones, y realmente me siento dueño de mi felicidad. Vi que en realidad no estoy solo; tengo muchísimas personas en mi vida que vuelan a mi lado, y hacen que mis días sean mejores en todos los sentidos.
❤ Entendí por fin el mito del ave fénix. Es algo bien bonito el pensar que esta ave renace constantemente de sus cenizas, más casi no se habla de que primero debe quemarse. El proceso duele, pero es necesario. Este verano me quemé entero, y ya volví a nacer.
❤ Así mismo aprendí que el amor no es amor, hasta que se regala.
❤ Descubrí mis alas, y volé.
Ay Emanuelle... qué mucha falta me hiciste.
Créditos a @fede.calde en Instagram. |
No entraré en detalles específicos de qué hice para lograr todo esto. Si desean experimentarlo, me pueden escribir y conectamos. Pero es algo que deben vivir para entender, y sobre todo, algo que merecen vivir. Solo hablo desde mi experiencia, porque yo soy la fuente, y tal vez a través de unas cuantas palabras, pueda inspirar a alguien más.
En conclusión, refuerzo el pensar de que este ha sido el mejor verano de mi vida. Se siente increíble el comenzar a vivir realmente, y poder compartirlo con otros. A quienes se han marchado de mi vida, gracias por las lecciones, mas no lo quiero de vuelta. A todo lo que solté, gracias por hacer camino a cosas mejores. A mi maravillosa familia extendida, gracias por ser y estar.
Siento que, ahora realmente es mi momento. Y no pienso dejar de volar.
P.S. Dedicado especialmente con mucho amor a Glenda Rivera y Javier Oyola. Sin ustedes, no hubiera llegado aquí. Gracias por darme el empujón que necesitaba para devolverme a la vida. Los amo.
Foto random de Baphomet para no perder mi hermosa costumbre de agitar el avispero 😘 |
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